El Grupo Espiga es un movimiento de pastoral juvenil que se creó en 1984 gracias al esfuerzo de la hermana Lola y desde el carisma de las Dominicas de la Anunciata.

Durante 25 años, se desarrollaron grupos de pastoral en el Colegio San Vicente Ferrer de Sagunto. A partir del 2009, con la entrada de un grupo numeroso de gente joven, el grupo de voluntarias empezó a vivir de forma más activa la vida de fe en comunidad participando en diversos encuentros y retiros con el objetivo de construir nuestra fe de manera conjunta. El grupo fue creciendo progresivamente, lo que permitió crear una plataforma de voluntariado para desarrollar proyectos sociales a nivel local.

Actualmente Grupo Espiga se distingue por dos vertientes, la de Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) y Con Otra Mirada.

Nuestro proyecto de PJV incluye:

  • Grupos de reflexión que reúnen a más de 250 niños cada viernes en la comunidad de Dominicas de la Anunciata de Sagunto.
  • Una convivencia por ciclos (4º y 5º de primaria, 6º y 1º de la ESO, y 2º, 3º y 4º de la ESO), además de dos convivencias comunes, una a principio y otra a final de curso.
  • Un campamento durante la segunda quincena de julio que sirve como colofón del año y que da la oportunidad de vivir un verano diferente a más de 150 niños.

Por otra parte, la plataforma Con Otra Mirada abarca los siguientes proyectos:

  • Una Carrera Solidaria que se celebra en Sagunto en octubre, con más de 1000 participantes y cuyo objetivo principal es financiar proyectos sociales de la Asociación.
  • Colaboración con Cáritas en Apoyo Escolar a niños desfavorecidos de la población y una Campaña de Juguetes en Navidad.
  • Colaboración con Manos Unidas en su Campaña Contra El Hambre a nivel estatal.
  • Colaboración con Asociación La Casa Nueva en la gestión de un centro de inmigrantes ilegales y la celebración de un festival para acercar la realidad de este colectivo a los ciudadanos de Sagunto y alrededores.

El grupo de voluntarias vivimos, desde hace años, nuestro camino de la fe con entusiasmo y alegría. Y en ese sentido, quisimos participar en el primer encuentro del Movimiento Juvenil Dominicano que se nos ofreció y descubrir así como vivían comunidades de jóvenes dominicos del resto de España.

La sensación de los que fuimos al encuentro fue el de la necesidad de descubrir al resto del Grupo Espiga al MJD, algo que se ha ido haciendo en los últimos meses. Ahora, tomamos la determinación de formar parte de esta gran Familia Dominicana.

Creemos que formar parte del MJD es la mejor forma de que nuestra comunidad siga creciendo en la fe junto a personas que tienen un mismo carisma y estilo de vida, de darnos a conocer al mundo Dominicano, y que este sepa que en Sagunto cuenta con más 50 voluntarias que están entusiasmadas por participar en las actividades que la Familia Dominicana proponga y ser altavoz de la misma en un lugar más del mundo.