Descálzate, porque la tierra que pisas es Sagrada, Ex 3,5

A punto de cerrar el curso y sin posibilidad de irnos a la misión ad gentes, resuenan en nosotros estas palabras “Descálzate, es tierra sagrada”.

En este tiempo, echando la vista atrás, todos nos hemos tenido, en mayor o menor medida, que descalzar:

Descalzarnos ante la dura realidad de la pandemia.

Descalzarnos para estar pendientes del otro y cuidar desde la distancia.

Descalzarnos para salir de nuestra seguridad y reconocernos débiles y sostenidos en las manos de Dios.

Descalzarnos para abrazarnos con la mirada y en un mismo corazón doliente y esperanzado.

Descalzarnos de nuestro egoísmo, para aprojimarnos a nuestros hermanos y comunidades de Misión, con realidades mucho más frágiles y duras que las nuestras.

Sal de tu tierra, Gn 12, 1-3

Normalmente en estas fechas estamos preparando la mochila, poniéndonos las vacunas, y celebrando la misa de envío para salir a la misión.

Hoy, este Sal de tu tierra es una invitación nueva, que nos lleva a descubrir que MISIÓN ES LO QUE SOMOS, aquí o allí.

Salimos de nosotros mismos para compadecernos de la realidad sufriente que nos rodea.

Salimos de nuestro individualismo para sentirnos Comunidad en marcha y Familia.

Salimos de nuestros ruidos para adentrarnos en una reflexión orante y hacer presente a Dios a través de nuestra vida.

Salimos en busca de la Verdad construida desde el diálogo con el otro.

Salimos a construir Reino, apostando por un mundo lleno de Justicia y Paz en el que todos seamos hermanos.

Salimos a predicar que el amor y la esperanza tienen la última palabra.

Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré, Mt 11, 28

Todos, de algún modo, nos hemos agarrado a este texto durante este largo año.

En Dios hemos descansado nuestros miedos y esperanzas, inseguridades y fortalezas, tristezas y alegrías. Hemos sentido Su presencia y Su abrazo que nos impulsa a mirar con esperanza el futuro y ser luz para los demás.

Como familia, sentados a la mesa con Santo Domingo, compartimos pan y camino, y nos comprometemos a seguir trabajando para que todos tengan vida y vida en abundancia.

Desde Selvas Amazónicas, cerramos esta reflexión agradeciendo a PJV la oportunidad de predicar a través de la Llama, animando a todos a que la LLAMA de la misericordia y la Fe siga siempre viva.

Selvas Amazónicas