No sé si alguna vez nos paramos a pensar en las palabras más comunes que usamos.

Nietzsche retrotraía el origen de su pensar filosóficamente a cuando comenzó a estudiar la etimología de las palabras. Su origen, su uso, y cómo con el tiempo se había ido perdiendo su sentido más originario para cargarlas de muchas otras cosas.

Pues hoy que lanzo esta última Llama de esta temporada -…o quizás más pues estamos los dominicos en medio de un Capítulo Provincial que tendrá que decidir muchas cosas, y entre ellas el Proyecto de PJV de la Provincia Hispania, y por tanto de este Proyecto de La Llama-, quiero decir un Adiós en su pleno sentido del término: un A-DIOS, un hacia Dios, un volver los ojos y el corazón, y la mente y la vida entera hacia Dios.

Un Adiós que es un deseo de que cada uno de los que alguna vez habéis leído una de estas Llamas os hayan servido para acercaros de un modo u otro al Dios de Jesucristo.

Un Adiós que es una oración por cada uno de los que han colaborado en este proyecto desde que nació en 2017:

Ricardo Aguadé, Olivia Pérez, Los voluntarios de Selvas Amazónicas, Asier Solana, Ángel Fariña, Belén Rodríguez, Macu Becerra, Ignacio Antón, Amaia Labarta, Álvaro G. Devís, Mar Díaz, Bernardo Sastre, Laura Hermosa, Mónica Marco, Rocío Goncet, José Alberto de Blas, Julia Moreno, Laura Fernández, Sara Márquez, Almudena Monzó, Teresa Donderis, Ángela Burguet, Alex García…

Un Adiós que es una bendición para todos los que buscan a Dios, para todos los que creen haberlo perdido, para todos los que se sienten abatidos, angustiados o hundidos.

Un Adiós que es una petición también a santo Domingo, que prometió –como recordamos en este Jubileo de los 800 años de su muerte-, que rezaría por nosotros y nos serviría de mediador ante el Padre, para que cuide de sus hijos e hijas y de su misión de predicar al mundo el amor, la belleza, la bondad, la gracia y la justicia de parte de Dios.

Un Adiós que es un beso, una caricia, un abrazo de ternura a todos los que alguna vez habéis estado cerca.

Un Adiós que es también un gracias profundo y de corazón a todos los que habéis puesto vuestros ojos en estas llamas alguna vez.

Adiós. Gracias. Se os quiere. Seguimos caminando.

Vicente Niño Orti, OP. @vicenior