Acabamos de celebrar el Amor de Dios, que quiere nacer en cada uno de nosotros. Un Dios que es capaz de unir a los más sencillos pastores, con los más ricos reyes de Oriente. A todos, Dios hecho hombre, los acoge con sus dones, con sus cansancios, a los que vienen de cerca y a los que llegan de lejos, sí, Dios tiene Amor para todos y para cada uno, según su necesidad.

Hoy en el 2020, Dios con nosotros, también nos une a unos y a otros, en tantas iniciativas solidarias que parten de ese envío “ama al prójimo como a ti mismo”. Estoy feliz, porque por fin, la gente se está dando cuenta de que hay que dar lo mejor a quien necesita, por la dignidad de Hijos de Dios y hermanos que somos.

Antiguamente, la campaña de juguetes se convertía en un “basurero” de juguetes viejos, sucios, incompletos…después de mucho concienciar, aquello que no regalarías a tus hijos, no se lo des a otros, porque a todos les gusta lo nuevo, lo cuidado, lo limpio. Este año, a causa del COVID-19 y con gran alegría, sólo se recogían juguetes nuevos, ¡gracias a Dios!. La cena de Cáritas de la Vicaría IV, este año se ha tenido que sustituir por elaboración de cestas entre familias hermanas, no os podéis ni imaginar, las delicatessen que hemos repartido, pero sobre todo el cariño que han puesto los unos pensando en los otros.

Hay esperanza, sigamos siendo instrumento de Dios para construir su Reino de paz, amor alegría y fraternidad. Dios no sólo nace en nosotros, sino que se queda para siempre a nuestro lado, ojalá, pensáramos siempre en el prójimo y no sólo en Navidad, ¿no os parece?

Maria Belén Sánchez Gil. Voluntaria de Selvas Amazónicas