Hace tiempo comprendí lo importante que es comenzar el día con una sonrisa y un saludo, es cierto que la cara es el reflejo del alma y cuando somos capaces de transmitir con una sonrisa nuestro respeto y cariño eso hace que la otra persona se sienta reconocida.

Cuando empecé a prestar el servicio que estoy haciendo en estos momentos me propuse saludar por las mañanas en la entrada del colegio intentando llamar a cada uno por su nombre, a veces es difícil recordar el nombre de tantos, pero a fuerza de ir añadiendo cada día nuevas caras, nuevos retos, se va consiguiendo, siempre está el recurso de “buenos días chicos, buenos días chicas” y englobas a aquellos que no recuerdas su nombre en ese momento.

Comenzar el día con una sonrisa, esperar a la puerta del trabajo, del colegio, de cualquier lugar y dar paso con buena cara puede que no nos otorgue un buen sueldo pero sí una gran satisfacción, la paga más importante, cada vez la sonrisa va siendo mayor y la respuesta mejor.

En este tiempo que vivimos a nivel mundial, ahora que se acercan las navidades que se nos enternece el corazón que parece que la solidaridad abre de nuevo la puerta de nuestro interior, es importante tener en cuenta que no sólo con el dinero se acaban los problemas, que hay pequeños gestos que cambian la vida de personas, que hacer sentir bien a los otros con saludos, sonrisas, gestos.. no cuesta dinero y produce una energía inmensa en las personas.

Está claro, el dinero es imprescindible en el mundo en el que vivimos, pero cuando comenzamos a crecer y estamos rodeados de cariño, de ternura, de amor nuestra forma de desarrollarnos y, en consecuencia, cuando somos adultos es diferente de aquellos que han crecido en medio de peleas, violencia, problemas, rencor…

Si nosotros podemos ofrecer algo que nos ha venido bien en nuestro crecimiento, en nuestra formación, podemos cambiar la realidad que nos rodeaIntenta mantenerte serio al lado de un bebé sonriendo, o riéndose a carcajadas, a lo mejor cuando quien se ríe es mayor puedes aguantar, pero con un bebé es prácticamente imposible, así que cuando creas que todo está perdido, que nada puede mejorar, busca una sonrisa de un bebé, un audio de una carcajada de un chiquitín y verás como la mirada al mundo que nos rodea cambia, entonces mira a los otros y transmítele tu deseo de que tengan buen día.

Es una propuesta fácil de realizar, un proyecto relativamente seguro y sin coste alguno, además dicen que la sonrisa estimula los músculos de la cara y regenera la piel, así que nos conservamos mejor sonriendo. Saluda cada mañana con una sonrisa, llama a los demás por su nombre haciéndoles sentir importantes para ti, regala deseos de felicidad con tu saludo y que la mirada refleje tu deseo de corazón. Espera un mes y si ves que algo ha cambiado intenta que otros se unan al proyecto.


Macu Becerra Domínguez DMSF