Hoy día la palabra “rebrote” nos suena a negativo, a virus, a irresponsabilidad o incluso, a “nueva normalidad”.
Sin embargo, la palabra “brotar” en la Palabra suele aparece con una connotación positiva, que nos indica nacer, vivir, creecer. Rebrotar como aparecer de nuevo.

Durante el confinamiento, en ese estado de extrañeza y adaptabilidad, nacieron numerosas iniciativas solidarias. Vivíamos en lo importante, en cuidar la salud, en la convivencia familiar y con los vecinos, en estar conectados con nuestros amigos, en nuestros hobbies (aunque desde casa) y en fomentar nuestra creatividad entre otros. ¿Qué pasó con todo ello?

Rápidamente somos capaces de volver a nuestras antiguas rutinas, a la rapidez del día a día, a que salgan las diferencias personales en vez de luchar por lo que nos une. Y a todo ello se le suma numerosas injusticias que se han vivido durante este proceso y por la sociedad anterior que habíamos creado. Parece que en vez de aprender y avanzar hacia un mundo mejor, vamos para atrás.

¿No sería hora de rebrotar la solidaridad? Me consta que sigue habiendo numerosas iniciativas que buscan mejorar el mundo y la vida de muchas personas. ¿Participas en alguna de ellas? ¿Está incluida la solidaridad en tu día a día?

Ojalá podamos compensar a través de la responsabilidad y la solidaridad cada una de las situaciones negativas que se viven en estos tiempos. Y crear desde nuestra propia vida, un mundo que sea mejor para todos.

Belén Rodríguez Román