No sé si todo lo que se podía decir sobre esta crisis sanitaria en la que estamos a causa de la enfermedad de Coronavirus está dicho, pero sí mucho. También en esta página donde muchos de los compañeros y compañeras que me han precedido estos días, se han referido al maldito bicho, claro. De qué vamos a hablar si no es de esto…

Yo tampoco puedo aislarme del TEMA del mes, del año, del siglo, ¡quién sabe! Y no quería repetirme, claro, pero mira que es difícil. Tendrán, como yo, sus teléfonos repletos de mensajes, vídeos, memes, y mensajes relacionados con este asunto. A mí me ha sorprendido, especialmente, uno que me ha llegado, quizás a ustedes también, por varios grupos. No sé a quién pertenece. En la imagen que yo tengo aparece un hashtag, una etiqueta que dice #Adaevacoach Vaya nuestro agradecimiento para esta persona generosa que ha puesto el fruto de su esfuerzo y trabajo al servicio de la sociedad.

La pregunta es la clave: ¿quién quiero ser durante el COVID-19? Es una buena pregunta para estos días. Sí, ya sé que entre el teletrabajo, el cuidado de los menores o mayores, hacer de maestra, enfermera, cocinera, entrenadora personal, limpiadora, coach, las miríadas de opciones de ocio on line y qué se yo qué más cosas, no queda apenas tiempo para pensar, pero si no tenemos tiempo ahora, ¿cuándo lo vamos a buscar?

El esquema plantea tres zonas por las que podemos transitar durante este tiempo y durante toda la vida, claro: zona de miedo, de aprendizaje y de crecimiento. La zona de miedo incluye las primeras reacciones que todos vimos, –y quizás hicimos– en los inicios de esta crisis: acaparamiento de comida, de papel higiénico y medicamentos que no necesito; contagio de emociones relacionadas con el miedo y la ira; quejarse a menudo; reenviar todos los mensajes recibidos –y yo añado, especialmente los que critican a alguien–; irritarse fácilmente. Es fácil acordarse enseguida en otras personas al leer esto, pero conviene pensar en una misma y no lanzar balones fuera…

En la zona del aprendizaje encontramos algunas actitudes que quizás he empezado a tener en cuenta, e incluso, a realizar de vez en cuando, como: dejar de consumir compulsivamente, especialmente lo que me hace daño, desde alimentos hasta noticias; identificar mis emociones, tomar conciencia de la situación y pensar cómo actuar; contrastar la información antes de divulgar bulos y, reconocer que todas las personas estamos tratando de dar lo mejor.

Por último, el círculo más externo se refiere a la zona de crecimiento. En ella, las personas, encontramos un propósito para este tiempo; pensamos en los demás y en cómo ayudarlos; ponemos nuestros talentos al servicio de quienes los necesitan; vivimos el presente y nos enfocamos en el futuro; y, entre otras actitudes, practico el sosiego, la paciencia, las relaciones y la creatividad mientras busco la manera de adaptarme a los nuevos cambios. Y tú, ¿quién quieres ser durante y después del COVID-19?

Olivia Perez