No es que uno sea un fanático negacionista del cambio climático y la emergencia planetaria, no llegaremos a esos puntos, aunque sí que ciertamente tengo mis dudas de que no nos encontremos ante un cierto ciclo planetario climático como otros ha tenido a lo largo de los miles de millones de años de nuestro planeta.

Puedo convenir en que algo de la intervención humana de los dos últimos siglos, desde la revolución industrial básicamente, puede colaborar a acelerar o potenciar algunas de las conductas de la naturaleza, pero no sé yo si como nos dicen tratando de asustarnos, esto es un apocalipsis climático y una emergencia última a vida o muerte…

Supongo que es fruto de mi ignorancia, de que hay confusas noticias científicas, de que mi fe en la ciencia se ve muy mermada por sospechas de influencias, financiaciones a programas y universidades por lobbys interesados en afirmar ciertas ideas, porque los científicos partan de premisas que de algún modo ya prefiguran lo que van a resultar, y cosas así… amén de que hay versiones alternativas y otros planteamientos científicos con datos distintos al respecto…

Me temo que soy más bien un agnóstico del cambio climático. Ni ateo –no me atrevo…-, ni creyente –demasiadas dudas…-, más bien un agnóstico. Y no es baladí usar esa terminología religiosa, pues hay ya quien plantea que esto del clima es ya la nueva religión del siglo XXI.

Otra de las fuentes de mis dudas es ver cómo los poderosos de la tierra han abrazado esta causa sin rubor alguno. Las mismas empresas que tal cual nos dicen contaminan aire y mar, se dedican a patrocinar la cumbre. Los mismos que, para trayectos que en otros medios se harían en un par de horas, usan aviones hipercontaminantes y criminales para el ambiente -como nos repiten constantemente como un mantra- dan grandilocuentes discursos sobre la emergencia. Los dueños de financieras, bancas e inversoras que sostienen el modelo productivo actual, acuden a las cumbres y reuniones. Los políticos que andan nadando y guardando la ropa con todo esto, se les llena la boca de palabras vacías mientras tienen las manos vacías de actos… por no mencionar que hay lugares donde ni Greta se atreve a ir a decir estas cosas y que según tanto experto en redes sociales es el principal foco de contaminación mundial: China.

Y si toda esa duda no fuera suficiente, reconozco que lo que me termina a mal traer con este tema, es cómo generan culpa, mala conciencia y manipulación de las conciencias, al ciudadano medio y normal de la calle… esto del diésel y no poder acceder a según qué partes de las ciudades si no tienes un automóvil meganuevo y megacaro; esto del consumo de carne y que todos nos volvamos veganos o vegetarianos porque la ganadería contamina demasiado; esto de la luz, o el uso del agua, o la ropa que vestimos, no viajar en avión, etc.,etc… Se llama toda esa inmensa maquinaria de propaganda a la que se ha sumado el 90% de los medios y poderes del mundo Ingeniería Social, reeducación como en la china de Mao, como en la Rusia de Stalin, como en la Alemania de Goebbels.

En fin. Que me declaro agnóstico en esto del cambio climático. No me atrevo a negarlo, pero hay demasiados elementos que me generan dudas suficientes al respecto. Eso no quita con que yo reconozca que deberíamos desarrollar algunas conductas que ayuden quizás a que los ciclos naturales no corran tanto, pero creo que no tanto por un apocalipsis climático que nos amenaza, cuanto porque la vida de las personas y las comunidades con esto de la industrialización han perdido algo fundamental que en otras formas de vida eran centrales: la medida humana y lo sagrado… pero ese es otro tema.

Me declaro agnóstico climático. Ya pueden lincharme.

Vicente Niño