Este fin de semana, del 22 al 24 de marzo, nos reunimos un grupo de jóvenes, laicos, hermanas y frailes, procedentes de diferentes puntos de España para reflexionar y rezar sobre la vocación de cada uno de nosotros. En Caleruega, gracias a la fraternidad de los frailes y las monjas.
Convocado por el equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional de la Familia Dominicana, estos encuentros comenzaron en Segovia hace varios años y, desde entonces, se viene repitiendo anualmente.
Este año estaba enmarcado en el ámbito de la “cultura vocacional” y más concretamente en la campaña “eres una obra maestra” que, en tres fases, nos ha invitado a descubrir, en primer, lugar los dones personales que hemos recibido de Dios; lo que Él sueña que hagamos con ellos y, por último, que demos una respuesta afirmativa a esa vocación, entendida en sentido amplio.
Para conseguirlo, durante estos días buscamos crear un ambiente de confianza e intimidad porque, durante estos días, disfrutaremos de materiales y tiempos de silencio, de compartir, de oración y algún momento lúdico también, todo ello para poner nuestra vida en presencia de Dios y descubrir cuál es su voluntad para cada uno de nosotros.
Y así, un año más Caleruga nos abría sus puertas del 22 al 24 de marzo para participar en el encuentro vocacional “Con estilo propio”. Nos encontramos un grupo de 14 personas entre jóvenes y responsables de Pastoral Vocacional de la Familia Dominicana.
Ha sido un fin de semana diferente, donde se han forjado nuevas amistades, donde hemos podido palpar y sentir lo que significa estar en búsqueda con otros, hemos oído pronunciar nuestro nombre de manera diferente.
La figura de María Magdalena nos ha acercado a conocernos, a sentir la necesidad de cambiar de vida, de sentir que la vida nos da nuevas oportunidades. Nos hemos dado cuenta de que siempre tenemos a alguien en quien confiar.
En tierra de nuestro Padre Santo Domingo escuchamos las Bienaventuranzas. Un mensaje que nos invita a ser felices y hacer felices a los demás. Un proyecto de vida que nos debe de implicar en nuestro hoy. Jesús cuenta con nosotros. Nos necesita a cada uno de nosotros.
Tierras de castilla ha fortalecido nuestra fe, nos ha hecho sentirnos parte de esta gran familia de predicadores.