15.000 jóvenes, aproximadamente, se dieron cita desde el 28 de diciembre hasta el 1 de enero pasados, para participar en el encuentro europeo anual que organiza la comunidad de Taizé. Jóvenes venidos de toda Europa se reunieron en Madrid en una «peregrinación de confianza», para poner de manifiesto lo que estos encuentros promueven desde hace más de 40 años: crear unión y pedir paz.
Parroquias y colegios de Madrid acogieron a los peregrinos. Dicha acogida consistía en la hospitalidad en casas particulares donde los jóvenes pernoctarían los días del encuentro. Un ir y venir de lenguas como el croata, el francés, el inglés, el alemán o el polaco, entre otros muchos, llenaron de universalidad por unos días el entorno cristiano de la ciudad.
Los actos centrales del encuentro tenían lugar en diferentes Parroquias del centro de la ciudad, así como en IFEMA (Institución Ferial de Madrid). Pero en las Parroquias de acogida también se tenían encuentros con los peregrinos. Desde recibirlos y asignarles «hogar de acogida»; pasando por oraciones, grupos de reflexión y Eucaristías; hasta compartir el momento del desayuno, todo ello hizo que la experiencia de Taizé se encarnara de una forma más extensa e intensa.
Este encuentro ha supuesto una verdadera experiencia del Espíritu. «Un Pentecostés» en días de cotillón y uvas que han dejado de manifiesto, en palabras del hermano Roger de Taizé, que hay jóvenes en nuestros días que «han elegido amar».
Fr. Ángel Fariña, OP