Del 5 al 9 de agosto tuvo lugar en Ávila, con ocasión del Año Teresiano, la celebración del Encuentro Europeo de Jóvenes organizado por la Conferencia Episcopal Española. Cerca de seis mil chicos (de 13 años en adelante) se hicieron presentes en esta convocatoria, quinientos de ellos procedentes de otros países de Europa. Fueron unos días de encuentro, fraternidad, oración, celebraciones litúrgicas y conciertos a la sombra del lienzo norte de la Muralla de la ciudad, que transcurrieron en un ambiente inmejorable.
Entre las actividades programadas por la organización, una contó con la presencia de la Familia Dominicana: la Feria Vocacional, por la que tenían que pasar la mayoría de los participantes; los más jóvenes haciendo entrevistas acerca de la vocación y el carisma, y los mayores dialogando sobre el origen, misión y futuro de la Familia de Santo Domingo.
El stand dominicano, uno más entre las dos decenas que se levantaban en la plaza de la Fuente del Sol, fue uno de los más concurridos. ¿La razón? La presencia de las hermanas junioras Misioneras de Santo Domingo, quienes, con la excusa de realizar sencillos trucos de magia explicaban el carisma de la predicación a los asistentes, y les invitaban a transmitir ellos mismos, de forma creativa, el Evangelio, ¡tal como nos enseñó Domingo de Guzmán!
A nuestro stand acudieron algunos jóvenes con mayor entusiasmo: aquellos alumnos o exalumnos de nuestros centros educativos, fieles de nuestras iglesias conventuales, amigos de nuestros monasterios, o simpatizantes de Santo Domingo y de su proyecto. Con gusto constatamos como, 800 años después, nuestro carisma sigue siendo atractivo para los jóvenes.
El Equipo de PJV de Familia Dominicana, que coordinó la actividad del stand, agradece muy especialmente la experiencia de fraternidad vivida junto a las Misioneras de Santo Domingo de Mosén Rubi, a las junioras venidas desde Valladolid, las hermanas de la Congregación Romana –reunidas en Ávila por aquellos días-, así como la acogida de los frailes dominicos de Santo Tomás.