Os vengo a contar mi visión sobre cómo he pasado mi cumpleaños en casa, que fue el día 9 de abril. Durante esas 24 horas, recibí muchos, muchos mensajes por distintas vías. Unas personas decidieron escribirme por whastapp, otras por facebook y otras por instagram. Es lo que tiene tener varias cuentas en redes sociales, pero os preguntareis y, ¿cuántas personas te han llamado?

Pues me llamaron 5 personas. He de decir que esperaba alguna llamada más. Porque claro, pensaba, estamos encerrados en nuestras casas, con tiempo libre, unos más que otros y ese día era jueves santo, por lo tanto era festivo. Pero aquellas personas que anteriormente me llamaban para felicitarme el cumpleaños, esta vez me mandaban mensajes instantáneos. Soy de esas personas a las que le gusta más una llamada a un mensaje en este caso.

Así que decidí escribir acerca de las nuevas tecnologías, de los mensajes instantáneos, que ahora gracias a esas aplicaciones y a los teléfonos móviles podemos ponernos en contacto con otras personas porque no tenemos otro modo, ya que no podemos quedar para vernos. Y el “por qué” ha sido porque al comentar con mis amigas lo asombrada que estaba tras recibir mensajes instantáneos de personas, que durante años me llamaron para felicitarme, nos dio que pensar y que en realidad es más fácil mandar un mensaje. Quizás lo hacemos porque nos resulta más rápido y cómodo.

Claro, que cuando te pones a hablar, una cosa lleva a la otra y piensas, esto tiene que venir en google. Así que me puse a buscar y encontré que OPENMARKET había hecho un estudio a 500 personas y decía que el 75% de los milennials, es decir, personas entre 16 y 36 años, prefieren mandar un mensaje instantáneo que llamar por teléfono. No importa si se trata de terminar una relación, saludar por el cumpleaños, felicitar a alguien, dar el pésame ,etc.

Todo eso me hizo reflexionar, sobre como las tecnologías han suplido a las llamadas. Nosotros, las personas somos seres sociales, lo cual con la pandemia que estamos sufriendo a causa del coronavirus, hace que no podamos vernos. Hace que no podamos relacionarnos con las demás, para intercambiar sentimientos, ideas, pensamientos…las personas necesitamos

comunicarnos. Mi conclusión es, que evidentemente hay personas a las que no les gustan las llamadas y es totalmente respetable, pero en mi caso si. Aunque al final lo importante de todo esto es que se acuerden de ti, de una manera u otra, con un mensaje o una llamada. Y para mi es más cercano una llamada o una videollamada sobre todo con este momento tan difícil que estamos viviendo.

Porque mis sentimientos cuando recibí esas 5 llamadas, fueron de alegría, sorpresa, emoción, cariño…esto nos hace pensar que si es así, y ahora nos necesitamos más que nunca, ¿por qué no invertir un poco de nuestro tiempo en hacer feliz a quienes nos rodean?

Verónica Rodríguez, voluntaria de Selvas Amazónicas