El pasado 9 de febrero se celebraba en Los Ángeles la gala de los premios Oscar, premios concedidos por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Americanas a los profesionales del cine donde se reconoce la excelencia y el activismo social. Es uno de los premios más conocidos y más importantes dentro de la industria cinematográfica y donde podemos conocer grandes películas y el gran trabajo que hay detrás gracias a sus directores, actores, técnicos…
Hay en ocasiones que los premios se ven claros, pero siempre hay momentos inesperados. Este año la sorpresa ha sido la película extranjera “Parásitos” que tiene como base la representación de la realidad social y que ha conseguido gran número de estatuillas.
He de reconocer que aún no la he visto pero tras recomendármela en varias ocasiones y tras este éxito, iré a verla pronto. Una película que si ví, recomiendo y fue nominada a varios de estos premios es “Los dos Papas”. Sí, también puede ser una gran sorpresa, una película sobre dos Papas en una sociedad que parece que la religión “no está de moda” nominada a varios de los premios más importantes e influyentes de nuestro tiempo. Un perfecto “marketing” para nosotros los cristianos.
El gran Anthony Hopkins en su magnífico papel del Papa Benedicto XVI estaba junto a Brad Pitt nominado a mejor actor secundario. Y metido en nuestro Papa Francisco estaba Jonathan Pryce que tras su estupendo trabajo estaba nominado a mejor actor.
Es una película maravillosa, que nos relata el paso del intelectual Benedicto a la gran persona y cercano Francisco. Basado en hechos reales nos muestra la parte más humana de su relación y se detiene en aspectos más concretos de la vida de Francisco.
Es una buena manera de conocer no solo la parte divina de un Papa sino su parte humana. Francisco nos está dejando muchos actos de bondad, de cercanía, de estar junto al que más lo necesita pero tal vez no sepamos parte de su historia. Ojalá siga mucho tiempo en ese camino que un día empezó en su Argentina natal, que se mantenga cercano a los tiempos que corremos y siga siendo ejemplo para cristianos y no cristianos.
Al igual que Él, esta película nos ayuda a no ser cristianos lejanos sino que nos permite conocer y dar a conocer nuestra verdadera Iglesia de compromiso con los demás.
Belén Rodríguez Román.