Extraigo de la Wikipedia:
“La sociedad del espectáculo (La société du spectacle) es un trabajo de filosofía publicado en 1967 por el situacionista y teórico político Guy Debord. A través de las 221 tesis del libro, Debord traza el desarrollo de una sociedad moderna en la que “Todo lo que una vez fue vivido directamente se ha convertido en una mera representación”. Esta condición en la cual la vida social auténtica se ha sustituido por su imagen representada.
El filósofo Giorgio Agamben en 1990 (decía): “Sin duda, el aspecto más inquietante de los libros de Debord consiste en el empeño puesto por la historia en confirmar sus análisis. (…) veinte años después de La Sociedad del espectáculo, (sus reflexiones se) han registrado en todos los campos la exactitud de los diagnósticos y previsiones (y), el curso de los acontecimientos se ha acelerado con tal uniformidad en la misma dirección, que apenas unos años después de la publicación del libro, es como si la política mundial no fuese otra cosa hoy que una puesta en escena paródica del guion escrito por Debord.”
Wikipedia: Guy Debord. Las Sociedad del Espectáculo.
En eso reconozco que llevo pensando toda la semana tras los debates, las encuestas, lo famosa que se ha hecho la prensa de Andorra, la política hecha en twitter, los memes, los medios de información que se han convertido en medios de manipulación de la opinión, las entrevistas del hormiguero y demás.
En cómo el noble arte de la política, el más alto de los cometidos morales según Aristóteles, el servicio generoso a ordenar la vida común de la mejor manera posible, se ha convertido en un espectáculo casi que de telerrealidad, una política espectáculo, una Democracia show.
Es normal pues que vayamos a votar con la pinza en la nariz el domingo. No hay buena elección, sólo la menos mala, y eso, aunque realista y posibilista –como es la política- no deja de ser una actitud terrible para el creyente.
Vicente Niño Orti