Caleruega, nos esperabas el viernes 17 y nosotras estábamos ansiosas por conocerte.
A nuestra llegada nos acogiste con los brazos abiertos y un plato caliente sobre la mesa.
Nos enamoraste desde un principio con tu historia y tu magia y ese amor creció a medida que conocimos a tus gentes y nos fuimos encontrando a Santo Domingo detrás de cada una de tus esquinas.
Es un milagro cómo desde los cuatro puntos cardinales nos juntamos 10 personas movidas por una inquietud, una sed de Dios.
Poco a poco tú fuiste saciando esa sed en nosotros a través de Abraham, Moisés, la samaritana y Santo Domingo.
Gracias a ti nos dimos cuenta que el Señor nos está llamando y que va a segur aporreando nuestra puerta hasta que le abramos y dejemos que os abrace.
Es gracias a Él que logramos abrir nuestro corazón a gente que en un principio nos era extraña pero con la que hemos compartido un trocito de nuestra vida y mucha de nuestra fe y nuestra búsquedas.
Gracias Caleruega por consolarnos y por devolvernos la confianza y la fe en el Señor.
Y gracias a la comunidad de dominicos de Caleruega y al equipo de PJV por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia.
El camino no acaba, como lo horizontes de Castilla, se abre al infinito.
Jimena, Lorena y Naiara
Tudela