La liturgia tiene que ser una experiencia comunitaria. Es el pueblo de Dios que se reúne para encontrarse con el Señor. La comunidad es una mediación de la presencia del Señor. ¿En este tiempo que hemos echado en falta? ¿La comunidad? ¿Los hermanos y hermanas? ¿O lo que hemos echado en falta ha sido el ‘culto’, la costumbre, el ‘cumpli-miento’?