Cristino Fayos es un abogado de éxito en una de las consultorías más importantes del mundo y profesor en el ICADE. No se define como cinéfilo, pero gracias a su paso por el Colegio Mayor Aquinas se dejó marcar por la deliciosa historia de Adolfo Aristrain y Federico Luppi en ‘Un lugar en el mundo’. Ahí está, algo anecdótico pero que sirve para ilustrar lo que el Aquinas ofrece a quienes pasan por él: un sitio para abrirse al mundo y a nuevas realidades en las que nunca habría pensado antes. Por eso, Fayos eligió el título de este largometraje argentino para la lección inaugural del curso 2018-19 en el Colegio Mayor Aquinas.
A pesar de ser un experto conferenciante, Fayos aseguró que tener que hablar en el Aquinas es una charla que le “impone, por el cariño y sentido de pertenencia”. Como ex colegial hablando a colegiales, su lección inaugural no fue tanto académica como de vida. En el colegio vivió el sentido de hermanamiento con otros 150 jóvenes; también vivencias tristes como el asesinato de Tomás y Valiente. Además de emociones intensas (“igual esta noche encontráis a la madre de vuestros hijos”, les vaticinó). No se olvidó del día a día y del cariño que aún guarda al personal del Mayor… pero sobre todo habló a los colegiales de lo que vendrá después de la universidad.
Y respecto a ese ‘después de’, Fayos transmitió un mensaje muy claro: “Hoy están obsesionados con la competitividad”. Algo contra lo que quiso advertir a los aquinos. “Unos alumnos me pidieron adelantar el examen de la asignatura a diciembre para hacer prácticas en Navidad. Cuando me enteré el motivo, me negué”, puso como ejemplo.
El acto estuvo presidido por fray Jesús Díaz OP, prior provincial de la provincia de Hispania de la Orden de Predicadores a la que pertenece el Colegio Mayor Aquinas. Díaz fue el encargado de declarar el curso inaugurado. También intervino Ignacio Antón OP, director del Colegio Mayor Aquinas quien, con sus palabras, recordó a algunos de los personajes destacados de la historia dominicana, nombres que desde este año sirven para designar las diferentes salas y pabellones comunes del Mayor: Santa Catalina de Siena, Domingo de Soto o Giorgio La Pira son algunos ejemplos.
Antes del acto académico se celebró una eucaristía para dar gracias por el inicio de curso que fue presidida por fray José Luis Ruiz OP. Y, después del acto, los colegiales disfrutaron de una cena en los jardines del Aquinas que tuvo su punto álgido en el discurso de Juan García Areso, el elegido entre los colegiales de primer año. Aprovechó su momento para dar las gracias a sus compañeros y a todo el personal del Mayor por la acogida en estas dos primeras semanas de curso.
Asier Solana