En estos días se ha hecho algo más público que Oriol Junqueras es creyente. Tanto dentro como fuera del independentismo hay a quienes esto de mezclar religión y política les pondrá en tensión. Y hay otros que incluso llegan a pedir que la fe se viva en la intimidad, negando de paso la posibilidad de expresarla y vivirla en el ámbito público. Un planteamiento muy peligroso porque le pueden seguir muchas otras prohibiciones.
Si bien esta cuestión, tomada en serio, no pasa de discusión de patio del colegio, lo que si resulta más provocador es la presencia de los cristianos en política. Porque parece que no hay muchos y casi se da por hecho que solo pueden existir en la derecha. Pero esto no es así. Los hay de todos los colores y a todos los niveles. Aunque si es cierto que este aspecto no suele ser muy conocido.
Como escuché a una cristiana y política en un curso reciente: “es importante que los cristianos también estemos en el ámbito de la política para dar más voz a los que menos tienen, para favorecer la búsqueda del bien común y para evitar a los que se arriman a la política solo para llenarse los bolsillos”.
Hace falta pues que perdamos los miedos y también nos impliquemos en esta misión. En nuestra Familia Dominicana tenemos un buen número de personas que han alzado su voz en esta búsqueda de la verdad y del bien común que es tan nuestra. Un ejemplo es Giorgio La Pira por su compromiso con la promoción de la justicia y la paz.