¿Qué verdad defienden los que construyen las geometrías de la Fe? ¿Cómo configuramos nuestras creencias? ¿Pueden nuestros miedos estar por encima de nuestras esperanzas?

The Leftovers no contesta a ninguna de estas preguntas, pero las plantea todas y otras muchas. La serie, de 30 capítulos divididos en tres temporadas, se contextualiza pocos años después de un suceso conmovedor: la desaparición inexplicable y repentina del 2% de la población mundial, que se esfumaron a la ve sin dejar rastro alguno. Lejos de ser una serie fantástiica o de aventuras, la trama se centra en la gente que quedó y a la que tocó resignarse y contruir una vida sin las personas que habían perdido. Más concretamente habla de Kevin Garvey, un sheriff cuya familia quedo desestructurada colateralmente, y de Nora Durst, que perdió en el suceso a su marido y a sus dos hijos.

A lo largo de los treinta capítulo, la historia de los personajes intenta sumergir al espectador en esa atmósfera de miedo y tensión calmada que sufre una sociedad en la que el tiempo y las cosas a veces pasan más rápido de lo que prácticamente nadie puede soportar, pero tampoco expresar. Los Estados Unidos que dibujan no son muy diferente a los de entonces, solo que con el peligro de una secta creciente y un buen puñado de familias que han quedado tocadas, directa o indirectamente por el suceso.

Especialmente interesante, y de aquí la recomendación en esta sección, es el papel del personaje de Matt Jamison, reverendo de la Iglesia Episcopal y hermano de Nora Durst. La serie inspira, en todo ámbito y momento, una atmósfera de un escepticismo débil, que cae rápidamente en las geometrías de la Fe que todos los poderes aprovechan reciclando mal vicios de las diferentes creencias religiosas o sectarias. De esta manera, a pesar de que el relato es cruel con el personaje de Matt, al final de a serie no sale peor parado que los miembros de la secta, o los de una comuna instalada en el único pueblo en el que no hubo desapariciones (rebautizado con el nombre de ‘Miracle’, satirizando así la extrapolación de términos escatológicos a hechos terrenales).

Sin querer hacer spoiler, no cabe mucho más que destacar que, aunque la gente lo descifra como una crítica feroz a la Iglesia y al concepto de esperanza, realmente también se puede entender como un paralelismo parcial de la parábola de la casa contruída en arena. ¿Qué sociedad contruímos si nuestra base no es una Fe de la Verdad? ¿Y si nuestra falta de formación, nuestra poca fortaleza ante las adversidades, nuestra imagen distorsionada de Dios, acaba afectando a la manera en la que nos relacionamos con nuestra familia, con nuestras parejas o con el mundo en el que vivimos? Solo en los últimos minutos de la serie, tras una revelación, el espectador acaba pudiendo adivinar de qué trataba todo. Y sin embargo, los personajes, que no saben menos que el espectador, siguen con ese no-escepticismo intacto.

The Leftovers se puede ver en HBO España.

Álvaro G. Devís