Lunes 8 de enero, vuelta al cole. Ya pasó el Adviento, la Nochebuena, la Navidad, la Nochevieja, los Reyes… y, ¿ahora qué?
Para el consumismo y las tiendas está claro: ¡REBAJAS! pero… uf! creo que ya hemos tenido demasiado bullicio en estos meses, ahora hay que asentar lo vivido y continuar.
En diciembre hemos vivido la esperanza y la ilusión, el renacer, la alegría, las ganas de un año que comienza y ayer, recordábamos con el bautismo la acción del Espíritu Santo. Todo esto nos hizo tener el deseo de empezar de nuevo y de ¡la mejor manera posible! Pero, ¿cómo llevarlo a cabo?
Nuestro Padre Santo Domingo nos puede ayudar con su ejemplo:
  • Desde la intimidad de la oración seamos humildes, reconozcamos nuestros pecados, siendo sinceros, confiando en Dios, escuchando su Palabra y recordando con empatía y compasión al que sufre.
  • Encuentro y diálogo con el otro, nuestro hermano. Fomentar los momentos de encuentro con los demás, escuchar y estar disponibles, estar junto al que sufre.
  • Caminar, seguir y anunciar. Seguir hacia delante con alegría de lo que hemos aprendido en la oración, en la Palabra y en los hermanos y, que lo compartamos ayudando al que está a nuestro lado.
Santo Domingo usaba el diálogo  con Dios para conocer su Palabra y su obra, y  le comunicaba a cerca de los hombres. Así también hablaba y se comunicaba con los hombres, les hablaba de Dios y se entregaba a ellos. De ahí su frase, CONTEMPLAR Y DAR LO CONTEMPLADO. Que su forma de vida y su testimonio nos sirvan para comenzar con alegría esté curso 2018.

Belén Rodríguez