Esta semana hemos conocido el resumen del informe que la Conferencia Episcopal Española utilizará para el Sínodo de los Jóvenes. Y varias cosas me han llamado la atención; paso a enumerarlas.
Varias cosas deberían hacernos reflexionar. La primera, que se hable de ‘los jóvenes y la Iglesia’, como si los jóvenes no fueran parte de la Iglesia. Me da que este problema está también en quién ha confeccionado la encuesta. Y eso que se ha enviado a grupos cristianos. La segunda, que los jóvenes se sientan escuchados pero no comprendidos ni sus aportaciones recogidas. ¡Que alguien dé la voz de alarma! La tercera, que los jóvenes pidan cercanía y amistad. Si lo reclaman es porque no la hay, o no la suficiente, ¡con lo cristiano que es vivirla! La cuarta, que exista un reclamo de un lenguaje modernizado ¡Para cuándo!
Estas conclusiones vienen de preguntar a más de 5.000 jóvenes que están dentro de la Iglesia: parroquias, movimientos, congregaciones… y no me da la impresión de que pidan mucho.

Asier Solana